25 agosto – 28 agosto 2022
Marseille, France
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Para ART-O-RAMA 2022, Bombon propone un proyecto con las artistas Mari Eastman y Rosa Tharrats. Una propuesta basada en el potencial de la intuición para generar conexiones con lo salvaje y narrativas personales.
Ambos artistas, aunque de generaciones diferentes, comparten un interés similar y una manera similar de trabajar a través de la intuición. Conceptos como lo salvaje, la historia de la moda, la transmutación de materiales, así como la creación de narrativas personales o la autorrepresentación a través de la naturaleza se entrelazan en las obras seleccionadas. Esto es visible, por ejemplo, en las figuras de animales salvajes de Eastman, que pueden entenderse como una especie de autorretratos, una sublimación del yo en lo salvaje, donde se vuelve indomable y libre; o como en el caso del uso de tejidos y materiales por parte de Tharrats, mezclando elementos y estados, en una constante transmutación donde cada elemento y tejido contiene su propia historia.
El trabajo de Mari Eastman (n. 1970, vive y trabaja en Chicago) surge de un estudio pictórico de imágenes derivadas de revistas de moda, animales salvajes, objetos decorativos y representaciones de figuras populares, que se entrelazan con narrativas personales. Sus pinturas, a menudo en un formato pequeño e íntimo, contienen pinceladas sueltas y, a menudo, parecen estar ejecutadas de una manera intencionalmente tosca, que busca desenfocar la imagen y despojarla del delicado encanto inicial.
Rosa Tharrats (n. 1983 y residente en Barcelona) trabaja principalmente con textiles. Su exploración parte de la premisa de que los objetos, ya sean naturales o artificiales, poseen una subjetividad inexplorada y pueden establecer una relación orgánica con nosotros. A menudo, se encuentra creando a través de la interacción entre lo mineral, lo vegetal y lo industrial, generando espacios donde se posibilita la investigación del sutil equilibrio entre los materiales y el contraste entre lo vaporoso y lo salvaje.
Proponemos un espacio donde las obras de Tharrats deben cruzarse, como un bosque en el que hay que adentrarse, como un velo que hay que desvelar para acceder a la obra pictórica de Eastman. La propuesta es una invitación a salir de la propia subjetividad, del yo individual, para abrir los ojos a otras realidades compartidas, a otro tipo de subjetividades, ya sean materiales, animales o simbólicas que permean nuestra experiencia a través de la intuición.